CUENTO: MEDICONEJO Y EL HADA DE LOS CUENTOS
(POR CARLOS VIADERO AMOR)
(POR CARLOS VIADERO AMOR)
Como todos los días, el Mediconejo paseaba alegremente por el bosque. Le gustaba disfrutar de la naturaleza, observando los árboles, oliendo las flores o saludando a sus habitantes, como el señor ardilla. Un día, de repente, se encontró con un ser diminuto, que le recordaba a un hada de los que había escuchado hablar en los cuentos. Parecía triste y perdida.
- ¡Hola! Soy Mediconejo. ¿Quién eres tú?
Pero el hada permaneció callada. De modo, que Mediconejo siguió preguntando.
-¿Estas enferma? Yo puedo ayudarte si quieres.
Entonces el hada empezó a hablar.
-Creo que tú sólo no puedes ayudarme. Verás estoy triste porque los niños cada vez usan menos la imaginación y se interesan menos por los libros.
-Pero los libros esconden historias maravillosas… ¿Cómo es eso posible? Dijo Mediconejo.
-La falta de imaginación y de interés por los libros, ha hecho que yo enferme. He perdido mi magia y con ella, mi identidad.
-¿Identidad? ¿Qué quieres decir?
-Mediconejo, sin mi magia no soy un hada de verdad. Para recuperarla, necesito que los niños crean en mí, que sueñen con mundos de fantasía, que jueguen y lean mucho,…… que sean niños. Sólo ellos, pueden ponerme un nombre, si usan su imaginación.
-Oye, ¿de verdad no tienes nombre?
-Los niños deben de saber que si creen en nosotras, las hadas, nunca se sentirán solos de verdad. Habitamos en su imaginación y en su corazón, sólo tienen que pensar en nosotras y se darán cuenta de que son especiales, de que la magia esta en ellos.
-Se me ocurre una idea. Verás, yo puedo comunicarme con los niños a través de una revista, la Tirita. Tal vez, pueda pedirles que nos ayuden. Además, me encantaría que también formaras parte de sus páginas.
- Amigo o amiga. Si estás leyendo esta historia, comprenderás que lo que te voy a pedir no es ninguna broma. He necesitado ver a un hada, para saber que existe de verdad. Pero tú eres un niñ@, con tu imaginación no necesitarás verlas. Piensa en ellas, porque siempre estarán a tu lado. Piensa, que las puedes encontrar en historias como la de Peter Pan. A ellas y a otros muchos seres extraordinarios lo podrás encontrar en los libros. Déjate llevar por ellos, sueña que eres un personaje más, piensa lo que puedes hacer y construir con tu imaginación. Te propongo algo, intenta pensar en un nombre para el hada, inventa una historia con ella. Déjate ayudar por tus padres o amigos. La magia volverá a ti.
-¿Crees, Mediconejo, que nos ayudarán?
-Estoy seguro. Ya sabes que los niños son verdaderamente extraordinarios, ponen una gran imaginación en sus juegos, son capaces de inventar las mejores historias. Ahora quiero que vengas conmigo, serás mi invitada y vivirás en mi casa, que es la casa de los niños. Y desde ahora, no debes temer nada. Además, confío en mis amigos, los voluntarios y voluntarias, seguro que sabrán animar a los niños para que formemos parte de su mundo.
(Continuará…………………………………………………………………)

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